Desde el nacimiento era deforme; jorobada. La infancia, la soledad, la tristeza y las enfermedades son temas constantes en su obra y a la vez reflejo de su propia existencia. En su pintura no pudo evitar sentimientos de frustración ante la ausencia de maternidad y amor.
Estudió pintura en Madrid, trasladándose posteriormente a París, donde se relacionó con otros artistas, como Diego Rivera, Juan Gris y Jacques Lipchitz, de los movimientos cubista y modernista. Sobrevivió dando clases de pintura.
En 1914 regresó a Madrid y comenzó a asistir a la tertulia de Ramón Gómez de la Serna en el café Pombo, participando en la polémica muestra Pintores íntegros organizada por éste. Tras dedicarse temporalmente a la docencia en Salamanca, en 1916 regresó definitivamente a París. Desde ese año hasta 1920 desarrolló una etapa cubista en la que nunca llegaron a desaparecer las referencias figurativas. Formó parte del grupo cubista parisino y entabló amistad con algunos de sus miembros, como Juan Gris (quien ejerció una profunda influencia en ella), Lipchitz y André Lhote. A lo largo de la década de 1920 expuso en diversas muestras organizadas en París y Bélgica.
Una de sus peculiaridades era el descuido indumentario: vestía ropa mil veces usada y remendada.
La obra de esta artista está caracterizada por una evolución que va desde una bella figuración pictórica, consecuencia de la formación que recibe en Santander y Madrid, a una etapa cubista derivada de su estancia en París. Y, finalmente, aún influenciada por las vanguardias de principios de siglo, la artista montañesa se decanta de nuevo por una pintura figurativa.
Según dicen los críticos, como Carlos Arean, María Blanchard en su etapa cubista no llegó a una total descomposición de la forma y se limitó más bien a tallarla en planos esquemáticos que prestaban a sus composiciones un gran rigor, pero también una fluidez no incompatible con una preciosa captación de la realidad.
La obra de María Blanchard, posterior a los ejercicios cubistas, puede entenderse dentro del costumbrismo español tradicional. Esta etapa refleja escenas familiares y callejeras, gentes de oficio. Una exposición de pocas obras pero que sin duda recogen las esencia y trayectoria de la artista".
En España se han celebrado dos antológicas dedicadas a la pintora, una en la galería Biosca de Madrid (1962) y otra en el antiguo Museo Español de Arte Contemporáneo de la capital española (1982).
Federico García Lorca le dedicó a María Blanchard una hermosa elegía.
Algunas de las obras de la artista son:
1. Nature Morte Cubiste
Esta obra es un buen ejemplo de los aspecto del cubismo de la artitsta. La composición responde a un genero muy utilizando por los cubistas. La botella compotera y el mueble sobre le que se asientan constituyen la excusa tematica para este pequeño lienzo que posee un gran equilibrio.
2. Composición cubista.
Esta composición guarda mucha similitud con otros dos óleos como son Composition cubiste y Nature Morte . La gama cromática de esta obra es austera,predominado grises, blancos y ocres. Los planos se superpone unos a otros y se cortan rompiendo cualquier sensación de profundidad.
3. Mujer con abanico.
El motivo de un abanico descompuesto sirve a la autora para plasmar una dramática exposición cromática basada en los contrastes de los tonos amarillos y rojos. La construcción es decididamente monumental dentro del llamado cubismo figurativo. Una joya de lienzo.
4. The King of the Street Peddlers.
5. Composición cubista. 1919.
Éste Óleo sobre lienzo está en el Museo Reina Sofia. Madrid.
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